viernes, 8 de enero de 2016

Juan Antonio Cebrián | Psicokillers: Asesinos sin alma | Reseña

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Reseña y opinión sobre:

Juan Antonio Cebrían: Psicokillers: Asesinos sin alma



Libro del género Historia, Investigación y Psicología. Auto conclusivo y sin ser parte de ninguna serie.

Juan Antonio Cebrián se licenció en periodismo y se hizo famoso por varios programas cómo "Turno de Noche" y "La rosa de los Vientos". Galardonado con varios premios por su labor radiofónica, también se dedicó a la escritura, sobre todo acerca de la Historia, de la que era un apasionado y un comunicador excepcional. Sus libros basados en la sección “Pasajes de la Historia” han sido muy vendidos, al igual que éste que comentamos aquí. Siendo una de las voces más renombradas de la historia de la radio, murió en 2007 con sólo 41 años. Su legado puede seguirse en sus libros y sobre todo en los podcasts que cualquiera puede descargarse.


He seleccionado quince perfiles que no le dejarán indiferente en su butaca del salón. Por favor procure leer este libro con luz tenue y siempre a solas, lea con detenimiento, disfrute de cada página, notará como al poco algunas sombras empiezan a introducirse por las habitaciones de su casa, no se preocupe, son ellos, y ya no pueden hacer daño a nadie, han pagado sus culpas terrenas en el infierno y ahora sienten curiosidad por todo lo que se escribe o se habla sobre ellos. En el fondo no eran tan malos, pero las circunstancias, las humillaciones, las provocaciones los impulsaron a cometer toda suerte de actos delictivos. Eran psicópatas, pero no enfermos mentales.”

En este libro se dan a conocer quince asesinos en serie y algunos más al final, de forma menos minuciosa. Veamos algunos.

John Ketch. Inglaterra, (1630 - 1686).

EL VERDUGO CRUEL


Aunque los verdugos han ejecutado su trabajo durante siglos amparados en la legalidad, eso no significa que algunos no disfrutasen sobremanera de su empleo. Richard Jacquet sigue siendo considerado hoy en día un insulto bastante fuerte en Gran Bretaña. Su pequeño tamaño y escasa fuerza, además de las marcas de viruela, seguramente habrían provocado la mofa de sus paisanos. El empleo de verdugo le dio un medio para vengarse de la humanidad. 

Durante las ejecuciones, sus poses y actuaciones atraían a la plebe para ver el espectáculo. Sin embargo, la dificultad para usar correctamente las herramientas de su oficio, debido a su poca fuerza y a lo poco que las ponía a punto, convertía lo que debería haber sido un golpe limpio en una auténtica masacre. En 1686 fue a la cárcel por una deuda. Al salir cometió un asesinato, lo que le llevó a la horca. Suerte tuvo de no topar con otro cómo él.

“…el Lord británico indicó a su secretario particular que entregase a Jacquet diez guineas si el resultado era el convenido. El verdugo cruel aceptó el difícil reto de cortar limpiamente a cambio del dinero. Sin embargo, todo falló una vez más, y tras dar el primer hachazo la cabeza siguió unida al cuerpo de Lord Russell. Este movido por la eterna flema inglesa, volvió su rostro para espetar irónicamente al enano: «Oye, cabrón, ¿te he dado diez guineas para que me trates tan inhumanamente?». Jacquet, sonrojado por la humillación del mal trabajo, tuvo que golpear tres veces más hasta conseguir separar la cabeza del tronco.”

William Burke y William Hare. Escocia, (1792 - 1829) y (1790 - 1860)

LADRONES DE CADÁVERES


Desde siempre han hecho falta cadáveres para que los estudiantes de medicina practicasen con ellos y no provocasen más al terminar sus estudios. El noble gremio de los resucitadores ayudo a éstos robando cuerpos y entregándolos para el avance de la ciencia. Sin embargo, Burke y Hare descubrieron lo lucrativo que podía ser el negocio cuando, al librar a su casera de un individuo que le debía 4 libras, descubrieron a éste ya muerto en su habitación, por lo que se lo llevaron al doctor Robert Knox, hombre de intachable reputación y arraigados valores morales, el cual les pagó el equivalente a 6 meses de su salario por el cuerpo del moroso y les deseó “volver a verlos pronto por aquí”.

En aquella época y debido al saqueo continuo de cuerpos, los cementerios se habían convertido en fortalezas custodiadas por torres y vallas, con tumbas que llegaban a gran profundidad, por lo que los dos resucitadores decidieron fabricar sus propios cadáveres, acerca de los cuales, el probo doctor Knox  nunca hacía preguntas. Al final cometieron un error y la policía se les echó encima. Hare cantó de pleno a cambio de que le perdonasen la vida, Burke acabó ahorcado y su cuerpo, para variar, fue donado a la ciencia

Alexandre Pearce. Irlanda, (1790 - 1824)

UN CANÍBAL IRLANDÉS EN AUSTRALIA


Alexandre Pearce fue condenado a varios años de prisión en Australia por robar unos pares de zapatos. Una vez allí, y después de varios intentos, consiguió escaparse en compañía de otros siete presos. Ninguno de ellos sabía ni donde estaba ni hacia donde dirigirse. El desierto y despoblado territorio no ofrecía sustento alguno, por lo que empezaron a matar a los más débiles para luego comérselos y seguir avanzando. Pearce fue el único que consiguió llegar a zonas pobladas gracias a sus proteínicos compañeros.

Allí fue detenido por robo, cuando confesó haberse comido a sus siete compañeros de fuga, nadie lo creyó. Un tiempo después volvió a escaparse de la cárcel en compañía de otro preso. Cuando lo atraparon tuvieron que creerle, porque encontraron los restos de su compañero en las cercanías y los bolsillos de Pearce llenos de carne humana ahumada. El caso es que cuando se escapó esta vez sí que llevaban provisiones, pero cuando uno le coge el gustillo a algo…

Jeanne Weber. Francia, (1875-1909)

LA ESTRANGULADORA DE PARÍS


 Jeanne vivía con su marido y sus tres hijos en una zona pobre de obreros parisinos, Gracias al trabajo de cuidar los hijos de sus compañeras trabajadoras conseguía algunos francos extra. Sus dos hijos más pequeños murieron a la vez y los médicos lo atribuyeron a una bronquitis muy común en esa zona y época. Lo único especial eran unas pequeñas marcas rojas en el cuello de los niños. La misma enfermedad empezó a cebarse con todos los niños que caían bajo su cuidado. La policía al final la detuvo y la mandó a juicio. Pero un eminente y locuaz médico estaba convencido de que se trataba de una extraña enfermedad y consiguió que la dejaran libre (por dos veces). 

La enfermedad perseguía a la  pobre Jeanne allí donde fuera, en el campo, en un orfanato, etc, etc. Siempre dejando marcas rojas en los cuellos de sus pequeñas víctimas.
Por fin fue atrapada in fraganti estrangulando al hijo de la patrona de su pensión. El eminente médico al final acabó reconociendo que eso quizá fuera un asesinato. A pesar de que los especialistas de todas las épocas dicen que es imposible, Jeanne Weber murió estrangulándose a sí misma y echando espuma por la boca.

La reseña me ha salido más larga de lo normal, y eso que viendo cómo iba a salir la he acortado. Personajes como Landru, el carnicero de Hannover, el vampiro de Dusseldorf y otros muchos acompañan a estos cuatro ya mencionados en la sinopsis. Además de un elenco no inferior en categoría pero sí en extensión. Todos ellos sacados de la sección  Pasajes del terror”, de “La rosa de los vientos”, cuando Cebrían la dirigía.

Las personas sobre las que trata el libro no eran enfermos mentales. Algunos tenían distintas patologías, provocadas casi siempre por una infancia poco feliz. Lo que les convertía en psicópatas era que sabían que lo que hacían estaba mal. Asesinaban por dinero, por placer, para suplir una carencia y por varios motivos más. Sin embargo, sabían perfectamente de lo que iba el tema y luego volvían a repetir hasta que los atrapaban o les pasaba algo.

“…para asombro de todos, incluido el juez, alguien cambió el signo de los acontecimientos, me refiero al eminente doctor León Thoinot quien, en un alarde de verbigracia, expuso sus argumentos científicos sobre la muerte sufrida por los pequeños. Aseguró con vehemencia, que aquellos fallecimientos solo se podían atribuir a causas naturales seguramente relacionadas con una extraña e ignorada forma de bronquitis. En cuanto a Jeanne explicó que la pobre mujer estaba simplemente trastornada o embrujada, (eso dejaba en muy mal lugar a este supuesto hombre de ciencia). En definitiva, Jeanne, según él era más inocente que un ángel y solo la casualidad había dejado a su alrededor tantas muertes.”

La Historia y sus personajes, ya sean estos o cualquier otro, no son algo ajeno a la existencia de los demás. Este libro no llega a dar una impresion fidedigna de lo que se sentía cuando el autor explicaba cualquier cosa sobre cualquier tema que fuera, pero da una buena idea. La historia está viva. Estos personajes tenían pensamientos propios y sus motivaciones para actuar. El narrarlo todo de una forma que los hace verdaderamente humanos, sean de la calaña que sean, además, con una constante y genial ironía, ha curado a mucha gente de su repelencia a los hechos históricos, contraída por enfermizos profesores que, de manera implacable y despiadada, sólo se dedicaban a enumerar fechas, nombres y lugares.

La Historia, además, está en constante movimiento porque nunca se sabe todo, algunas veces ni una pequeña parte. Hay que investigar continuamente para llegar a algo aproximado a la verdad, la cual casi siempre han escrito los vencedores o los que han tenido interés en cambiarla de forma adecuada a sus intereses. Incluso ahora mismo se están descubriendo datos nuevos sobre algunos de estos asesinos en serie.

En fin, leer un libro que cuenta la vida y milagros de famosos asesinos en serie no tiene porque convertirse en una actividad aterradora para algunos ni macabra para otros. Me lo he pasado muy bien con este libro y lo recomiendo para todos, sobre todo para los que puedan pensar que lo terrorífico no puede ser divertido, aquí hay 224 páginas para demostrarlo.


14 comentarios:

  1. ¡Hola! Leí este libro hará unos cinco años y recuerdo que lo disfruté mucho. Me gusta leer este tipo de libros, pero no porque disfrute leyendo lo que hicieron sino porque me interesa mucho el lado psicológico de estos individuos, meterme en su mente y llegar al origen responsable de sus conductas. Siempre he dicho que soy una criminóloga frustrada jajaja

    ¡Felicidades por la entrada!

    ¡Saludos!

    Laura

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    1. Gracias a ti por leerla. Genial el Cebrían en todo lo que hacía.
      Por cierto, todavía estás a tiempo de meterte en un partido político y estudiar a sus miembros, tendrías para llenar una enciclopedia sobre el tema :).

      Un saludo

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  2. Me encanta este autor, ya no sólo como redacta sino como relata. Su voz. Sus "Pasajes de la historia" me parecen simplemente divinos. Gracias por compartir.
    Un abrazo

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    1. Siempre genial. Cada vez que recuerdo su comentario de como la inquisición encarceló al primero que trajo el tabaco a Europa me parto. "Es que la inquisición pensaba que eso de fumar era algo maligno, que echar humo por la boca no podía ser bueno. 500 años más tarde la ciencia les dió la razón" :).

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  3. La anécdota de Lord Rusell y el verdugo "cutre" no tiene desperdicio. Enhorabuena por la reseña. Parece un libro muy interesante.

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    1. El libro tiene bastantes anécdotas más, y al principio de cada capítulo hay un extracto de lo que decía el asesino a sus captores, en entrevistas a la prensa y en otras situaciones.
      A mí desde luego me ha gustado mucho.

      Gracias a ti y un saludo

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  4. Te nominé al best blog award, ve mi blog: belem-palma.blogspot.cl para ver la entrada :)

    besos!!

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  5. Me parece super interesante este libro, además no lo conocía. Soy muy fan de ver documentales de psicópatas porque me asombra como algunas personas pueden ser tan frías y despiadas...supongo que también influirá que soy psicóloga y me ayuda a comprendrer jaja

    Besitos, genial reseña

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    1. Sí que lo es, todo lo que este hombre contaba en la radio o escribía me encanta. Si lo lees verás como es un tiempo muy bien aprovechado.

      Besos

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  6. Lo terrífico sí que es divertido :D jajaja ¡Aquí una fanática de los crímenes! (por si no se nota.
    Apunto el libro, tiene muy buena pinta y como siempre tu reseña es impecable.
    Pense que te seguía en el blog, pero ya veo que no, así que corregí mi error (:
    Un beso y buena semana

    Sol
    rebeliondelibros.blogspot.com

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    1. Ya te digo que sí que te diviertes, desde luego que te diviertes como un loco con lo terrorífico, sobre todo si lo escribe Cebrián. Pero se de gente que tiene pesadillas con estas cosas. En fin....

      Un beso e igualmente.

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  7. Me parece muy interesante el libro, me lo apunto para añadirlo a mi lista interminable de libros pendientes...
    Un saludo.

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    1. A ver si consigues leerlo antes de que la lista se la lleve la nada. :)

      Un saludo.

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