viernes, 29 de enero de 2016

Don Winslow | Muerte y vida de Bobby Z | Reseña

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Reseña y opinión de:

Don Winslow: Muerte y vida de Bobby Z



Novela del género Negro, Policial y Acción, auto conclusiva y sin ser parte de ninguna serie.


Don Winslow, además de escritor, ha sido guionista de cine y TV, también ha trabajado de investigador privado. Siempre quiso ser escritor, durante las jornadas de vigilancia dentro del coche de dedicaba a estudiar a autores como Raymond Chandler y John MacDonald. Después de eso se puso a escribir mientras iba y venía en el tren, en esos vagones nació “Un soplo de aire fresco”. Desde entonces ha escrito 17 novelas más, todas con gran éxito y dos de ellas, incluida ésta que se reseña aquí, han sido llevadas a la gran pantalla.



El Departamento de Prisiones de California no está precisamente entusiasmado, si bien algunos de sus funcionarios admiten tener sentimientos encontrados en lo referente al fallecimiento de Stinkdog. Lo que les cabrea es que Tim utilizara su presunta herramienta de rehabilitación (fabricar placas de matrícula es un trabajo honrado) para cometer un asesinato con premeditación en la prisión de San Quintín.
       —No fue asesinato —le dice Tim a su abogado de oficio—. Fue en defensa propia.
       —Te acercaste a él en el patio, con una placa de matrícula afilada oculta en la sudadera, y le rebanaste el pescuezo —le recuerda el letrado—. Fue planeado.
       —Con sumo cuidado —admite Tim.
       Stinkdog le sacaba unos veinticinco centímetros y sesenta kilos. Cuando estaba vivo al menos, porque muerto en una camilla era muchísimo más bajo que él. Y mucho más lento.”

Tim Kearney es lo que llaman un perdedor nato. Con 27 años ya es triple reincidente y cumple entre ocho y doce años en San Quintín. No es que sea todo culpa suya. Con 14 años su padre le dijo una vez en su propio barrio, a la vez que señalaba las luces de Palm Springs “¿Lo ves? ¡Ahí está el dinero!”. Y Tim, que creyó haber captado el mensaje, al poco tiempo estaba desvalijando esas casas de Palm Springs. Al ser menor de edad y al responder “Sí” a la pregunta del juez sobre si tenía problemas con la bebida sólo tuvo que asistir a reuniones de alcohólicos anónimos.

Poco después y tras saber que su psicóloga opinaba que tenía problemas con el control de impulsos, asaltó otra casa de Palm Springs (robando botellas de bebida además de las joyas, por si el juez volvía a preguntarle por los problemas con el alcohol). Pero tropezó con los aspersores y lo mandaron de vuelta al juzgado. Esta vez el juez lo envió de recluta a los marines, y la cosa llegó a gustarle, hasta aprendió muchos “trucos útiles”.

De modo que Tim se preparó para volver a Chino, pero esa vez le tocó un juez diferente.
       —¿Cuál es su historia? —le preguntó este.
       —El problema es que carezco de control de los impulsos.
       El juez se mostró en desacuerdo.
       —Su problema es que no para de entrar en casas ajenas.
       —Entrar no supone ningún problema —respondió Tim—. Lo complicado es salir.
       El juez pensó que Tim era tan listillo que, quizá, en lugar de aprender cosas nuevas en Chino, debería convertirse en «oficial y caballero».”

Pero Tim sigue teniendo problemas con el control de impulsos y después de recibir una medalla al valor lo licencian con deshonor por darle “una hostia del copón a un coronel saudí”. Una vez licenciado y sin dinero vuelve a la cárcel (problemas con el control de impulsos, claro), donde mata a un tipo de la Hermandad Aria, el cual le ofreció el “únete a nosotros o verás” Tim eligió el “pues verás tú” y lo degolló con una placa de matrícula bien afilada

Un día lo sacan de la celda dos agentes de la DEA, lo llevan a una habitación aislada y le ofrecen hacerse pasar por Bobby Z, una leyenda en el mercado de la marihuana, que murió en Tailandia, pero nadie lo sabe y Tim parece su hermano gemelo. La alternativa es fácil. Si se niega le devuelven al patio de San Quintín y ya se entenderá con los otros miembros de la Hermandad Aria por el incidente de la matrícula.

El plan es sencillo. Tim aprenderá todo lo que hay sobre la vida de Bobby Z y después será intercambiado por un infiltrado de la DEA en poder de Don Huertero, el cual reclama a Bobby a cambio. No habrá problemas porque Bobby Z y Don Huertero han hecho negocios pero nunca se han visto. Tim aprende todo lo que puede bajo la “amable tutela” de los dos agentes y llega el día del intercambio. Lo llevan a la frontera de noche y se hacen los arreglos, Pero algo sale mal, uno de los agentes de la DEA y el infiltrado mueren en el tiroteo y Tim, después de esconderse en los matorrales recibe un golpe en la nuca.

Cuando se despierta, está en una habitación de lujo en una mansión también de lujo rodeada de una hacienda descomunal en mitad del desierto. Y todo el mundo cree que es Bobby Z, una leyenda…

 Muerte y vida de Bobby Z” es un libro que, al menos a mí, me ha enganchado con garras de acero y es que la mezcla de Novela Negra y humor (también negro, claro) constante desde el primer párrafo es algo muy difícil a lo que resistirse y no digamos ya dejar de leer una vez lo has empezado.

Esta novela fue la que puso al autor entre los grandes del género negro y le permitió dedicarse a la escritura a tiempo completo. Después de haberla leído es fácil ver la causa.

Conocemos a Tim Kearney, sus circunstancias y lo que le ha llevado a tener que hacerse pasar por un conocido y escurridizo narcotraficante, una leyenda de la que están enamorados los propios policías y que tiene hasta su propio profeta. Tim empieza a vivir en un mundo varios niveles por encima del que estaba acostumbrado como asalta-mansiones y ratero de poca monta. Con los narcos mexicanos no se bromea si no quieres verte atado a una silla y con dos sicarios compitiendo por ver quien te hace gritar más jugando con un soplete.

       Interroga a Tim al respecto hasta que este se siente como si hubiera vuelto al instituto. Escobar es como el puto Pepito Grillo, todo el día persiguiéndolo para hacerle preguntas, y lo único que Tim quiere es ver a las pibas en la MTV.
       —¿Qué marca de cerveza? —pregunta Escobar.
       —Budweiser.
       —Corona —gruñe el otro, en plan cabreado.
       Tim está en la puta ducha y Escobar abre la puerta.
       —¿Equipo de rugby? —le pregunta.
       —No tiene —contesta Tim—. Odia el rugby.
       —¿Qué deporte, pues?
       —Surf — contesta él. Está chupado—. Y voley playa.
       O Tim está echando una siesta, despatarrado en el sofá, tomando el sol de la tarde, y Escobar lo agarra de la camisa, lo arroja al suelo y grita:
       —¡Colores del colegio!”

Tim, después de ser “rescatado” por un encargado de Don Huertero, va a tener que madurar a velocidades exageradas cuando se entere de los planes que tienen para él. Nunca se ha preocupado de gran cosa a lo largo de su vida, pero ahora se juega el pellejo (y todo lo demás que se le pueda quemar, agujerear o arrancar). Tendrá que ser más Bobby Z que el propio Bobby Z, una leyenda. Aunque Bobby nunca estuvo en los marines ni tiene problemas con el control de impulsos.

Un humor siempre presente por muy duras que sean las situaciones. Una forma de escribir concisa, clara y natural. Unas descripciones, que a pesar de ser muy escuetas, hacen que te parezca ver el entorno a lo largo de todo el libro o casi conocer como piensan los personajes. Una acción que no hace más que aumentar conforme avanza la lectura.

Todo eso y algo más hace que llegues al final de sus 284 páginas sin apenas darte cuenta. Si lees Novela Negra y no has visto ésta, tírate de cabeza a por ella. Si no lees Novela Negra, “Muerte y vida de Bobby Z” hará que empiece a gustarte.


6 comentarios:

  1. De este hombre leí "El poder del perro" y a pesar de su escritura plana, quiero decir, sin ninguna pretensión estética me pareció buenísimo. Recuerdo que la tuve rumiando durante días.
    Muy buena sugerencia Libro Lector (por cierto, se puede saber cómo te llamas o un pseudónimo? lo digo porque Libro lector es largo jejeje).
    La buscaré.
    Un abrazo y feliz fin de semana

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    1. Pués ese precisamente lo tiene un amigo mío y nunca se lo he pedido. Después de leer este tendré que hacerlo porque me ha encantado, como ya he dicho antes no lo lees, te lo bebes.

      Llámame AL (no como Al Bundy, el de padre de familia). Pero ¿a qué es más cortito?? :)

      Otro abrazo e igualmente.

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  2. Creo que me voy a tirar de cabeza a por ella, yo soy de las de novela negra ;)

    Besos

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    1. Ya me dirás que te parece, a mí me ha encantado.

      Besos.

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  3. No la tenía en cuenta, aunque conocía al autor pensaba que no me iba a interesar, pero amo la novela negra con humor negro, así que le echaré un vistazo.
    besos!!!

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    1. A ver que te parece, humor de color café solo hay a espuertas.

      Besos a ti.

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