Andrea Frediani : Maratón
Novela de los géneros Histórica, Drama y Acción. Se puede
leer sola y su final es auto conclusivo.
Andrea Frediani se graduó en literatura. Después de la
universidad empezó a escribir en revistas juveniles y, más tarde, dado su
conocimiento de la historia clásica, en revistas históricas como Medioevo y
Focus Storia. En 1997 publica su primer libro de ensayo “Los asedios de Roma”,
posteriormente escribe, con gran éxito, su primera novela “300 guerreros”
inspirada en la batalla de las Termópilas. Desde entonces ha publicado tanto
ensayos históricos como novelas del mismo género.
“Y sin embargo... y
sin embargo, Esquilo echaba de menos a Tersipo, Eucles y Filípides, así como a
su hermano Cinegiro. Escuchar hablar de ellos podía ser una forma para que
vivieran de nuevo. Y poco importaba que todo fuera falso. La historia le
consentiría recordar y evocar de nuevo con ella los acontecimientos que habían
llevado a su gloriosa y desafortunada muerte.
—No
será una historia larga, espero —dijo al final—. Mañana por la mañana tendremos
que combatir de nuevo y pretendo descansar, al menos un poco...
—No
temáis. Será tan larga como el tiempo que se emplea en recorrer corriendo el
trayecto entre Maratón y Atenas —dijo ella sentándose.”
Año 480 A. C. Esquilo,
poeta ateniense, espera a bordo de un barco de la flota como hoplita. Hace poco
ha habido las primeras escaramuzas con la flota persa y se esperan noticias del
paso de las Termópilas donde el rey espartano Leónidas, al mando de su guardia
y de contingentes de otras ciudades griegas, contiene a un enemigo que lo
supera espantosamente en número. Esquilo pasa el tiempo componiendo versos, sin
hacer caso a nadie, ni siquiera a una antigua noble griega y ahora concubina
del rey Jerjes que ha venido personalmente a hablar con él. Sólo el nombre de
tres amigos muertos hace diez años, después de la batalla de maratón, consigue
llamar su atención y se prepara para oír una historia que promete ser
muy esclarecedora.
Tersipo, Eucles y Filípides, tres amigos de Esquilo, que justo
después de la victoria de Maratón contra los persas son enviados a Atenas para dar la noticia ya que son los mejores atletas atenienses de
los últimos juegos olímpicos. Corren la distancia que separa las dos tierras,
cada uno a su ritmo. Llevando sólo una espada a cuestas, mientras van
recordando los avatares que los han llevado a esa situación.
“—Estos malditos
mosquitos, ¡son más nocivos que los persas! —exclamó Tersipo, golpeándose la
nuca por enésima vez.
—Y
son incluso más que los guerreros del gran rey, ¡y con eso ya he dicho todo!
—añadió sonriendo Eucles, sin por ello renunciar al intento de agarrar a uno
que le daba vueltas desde hacía demasiado tiempo.
—¿Pero
esos persas idiotas no podían elegir otro lugar para atacar? ¿Precisamente
tenían que desembarcar en Ática cerca de unas aguas pantanosas? —sintió la
necesidad de precisar Filípides, que movía incansablemente los brazos desde
hacía horas para mantener alejados a los mosquitos.
—Bueno,
al menos podemos consolarnos sabiendo que los dioses les están inflingiendo el
mismo suplicio también a ellos —intervino Cinegiro, como siempre ocupado en
sacar brillo a sus propias armas, sin prestar atención a los mosquitos que
daban vueltas a su alrededor.”
Los tres jóvenes atletas se preparan para la batalla, el
lugar son unas marismas pantanosas llenas de mosquitos. Los persas los provocan
sembrando la destrucción en los pueblos de alrededor. Mientras, los estrategas Temístocles
y Milciades discuten entre ellos, como han hecho siempre. Uno quiere esperar a ver si
llega ayuda espartana y el otro quiere combatir ya, argumentando que es un
asunto propio de los atenienses por defender a sus parientes en el Asia Menor.
Después de una batalla que los persas no se esperaban y que
los hace retirarse al mar, las cosas no parecen haber mejorado mucho. La flota
enemiga se dirige a Atenas, y a bordo de los barcos persas está el antiguo
tirano ateniense Hipias, con la intención de engañar a la flota ateniense sobre el resultado de la batalla y
convencerlos de que se rindan y abran las puertas de la ciudad.
Mientras todos estos recuerdos fluyen, cada uno a su modo,
por la cabeza de los tres mensajeros, ellos mismos tienen que prepararse para pelear durante la carrera, porque las riquezas del gran rey Darío no tienen
límites y el camino puede estar lleno de agentes enemigos dispuestos a caerles
encima. Por si fuera poco, mientras avanzan, la rivalidad va hundiendo
insidiosamente su lanza en sus mentes; quien sabe si alguno de los otros dos
será también un traidor a sueldo del oro persa. El que los tres se hayan
enamorado de la misma mujer, la sobrina de Hipias, el tirano de la ciudad, ayuda
aun más a ver a cualquiera de los otros dos como un rival y un traidor que puede acechar detrás de cualquier
recoveco del camino para matar a los otros por la espalda…
“Maratón” es un libro que a pesar de ser ya absorbente desde
el principio, va de menos a más. Desde los preámbulos de tres historias hasta
sus estupendos finales. Todos basados en controvertidos hechos, reales pero
contados desde el punto de vista griego de la época y seguramente
engrandecidos, lo que no se sabe es cuanto. La gente suele creer que el corredor
que llego a Atenas después de cuarenta kilómetros de carrera para caer muerto
fue Filípides. Sin embargo, los historiadores no se ponen de acuerdo sobre el
nombre del mensajero; aquí el autor propone la interesante y lógica teoría de
que fueron los tres, ya que uno solo era fácil que cayera por el camino lleno de peligros, y los
antiguos no eran tontos ni mucho menos.
No hay una sola historia desde el punto de vista de varios
personajes. Hay tres historias distintas en el tiempo, las dos recordadas sí que son
vistas desde el punto de vista de varios individuos. Por un
lado está la larga espera en la flota ateniense para saber el destino de las
tropas del paso de las Termópilas, mientras Esquilo escucha la historia de la sobrina del ex tirano. Por otro, la batalla completa de Maratón, desde las vísperas hasta
su conclusión y por último, pero siempre en medio de todo, la carrera de los
tres atletas por llegar el primero a Atenas mientras la paranoia se va
apoderando de ellos.
“Apareció el Estado
Mayor. Muy serios, tensos y con el rostro contraído, los comandantes procedían
todos juntos para dar a la tropa la impresión de estar unidos, al menos ellos.
Pero no eran creíbles. ¿A quién pretendían hacérselo creer? Calimaco contra
Milcíades, Temístocles contra Arístides, Estesilao contra Arimnestos, quizás...
¿De quién habrían podido fiarse los soldados, si sus jefes no se fiaban los
unos de los otros? ¡Si en los días, en las semanas anteriores a la campaña, e
incluso durante la campaña, no habían hecho otra cosa que deslegitimarse los
unos a los otros!
Luego,
cada estratega se acercó a la tribu sobre la que ejercía el mando. Con vistosos
movimientos de los brazos, con gritos y saltos, los jefes intentaban llamar la
atención de sus hombres para invitarles a que se callaran. Pero no se atrevían
a acercarse demasiado ni mucho menos a adentrarse en los rangos.”
La novela, tiene un punto de vista político que nos recuerda
que las cosas no han cambiado mucho en 2.500 años, por no decir casi nada. La
democracia ateniense, que por entonces era un experimento, funcionaba de forma
asombrosamente parecida a la actual: partidos que se matan y se acusan entre
ellos. Traidores que venden al pueblo por un puesto en la corte persa.
Gobernantes que escapan al extranjero llevándose todo el dinero que han podido
saquear de las arcas públicas. Ambiciones encontradas entre líderes, las cuales
llegan al pueblo y por lo tanto al ejército, cuyos miembros no saben ya de
quien fiarse.
Los personajes principales están muy bien definidos y los
que no son tan principales se definen muy bien cada vez que hablan y cuentan
una historia o simplemente dejan discurrir sus pensamientos.
Esquilo, el poeta. Uno de los pocos que había estado en
Maratón cuando era joven y más bien un poco cobarde, que luchaba por estar en
las últimas filas de la falange —un nuevo invento militar por la época—, ahora
es un hombre desengañado que se refugia en la poesía y al que muchos respetan e
incluso temen porque ya no es cobarde ni se esconde detrás de nadie a la hora
de pelear, lo cual hace con bastante eficacia.
Tersipo, Eucles y Filípides cada uno con su personalidad. Amigos, pero rivales desde los juegos en los que cada uno consiguió triunfos en
alguna disciplina. También rivales en el amor, cada uno de ellos envidiado por
los otros dos sin pensar en las dificultades ajenas y también envenenados por
las riñas políticas que corroen Atenas.
Un libro que me parece una joya para cualquier aficionado a
la novela histórica y si es a la época clásica mejor todavía. La excelente
documentación que ha vertido de forma tan completa el autor a lo largo de la
lectura y su conversión en una narrativa que engancha y cuesta soltar servirá
de inmenso disfrute a cualquiera que decida leer sus 406 páginas.
Y la historia se repite, y luego mis alumnos me preguntan para que sirve la Historia!!! Les sugeriré este libro jejeje. Realmente apetecible sumergirse en la cuna de nuestra cultura. Gracias por compartir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y se repetirá ad eternum hasta que se acabe. Cambios hay más bien poquitos.
EliminarOtro abrazo
Me gusta mucho la novela histórica y esta época me parece apasionante. Ahora voy a comenzar con el último de Santiago Posteguillo que cierra la trilogía de Trajano pero me apunto este para el futuro. Gracias por la magnífica reseña.
ResponderEliminarHe leido el primero de la trilogía que comentas. Son estilos de escritura diferentes pero estupendos los dos. Que lo disfrutes mucho si lo lees.
EliminarUn saludo.
Amé la portada, pero solo eso, no soy muy de la novela historica :/ así que por el momento paso. Excelente como siempre!
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte. Si un día te decides ésta es muy buena.
EliminarUn saludo :)
Me gusta que los personajes están tan definidos y que el libro se crezca, una lectura así siempre es de agradecer.
ResponderEliminarPués sí, bien escrito y en crescendo. Como tú dices, se agradece mucho el libro.
EliminarUn saludo
Me encanta la historia pero soy treméndamente perezosa con los libros que tratan de ella, aun así creo que lo tendré en cuenta si algún día me apetece leer algo así.
ResponderEliminarBesitos
hola! que magnifica reseña! nos parece estar dentro del libro. gracias por compartir! beso.
ResponderEliminarHola !
ResponderEliminarAún no lo he leído, espero que este bueno, muchas gracias por la reseña :)
Aquí me quedo, te sigo!
Me gustaría que te pases por mi blog literario para ver qué te parece y si te gusta, sígueme :).
saludos nos leemos!!
Siempre me han parecido fundamentales los libros de ficción histórica. No pueden considerarse como documentos, obviamente, pero sí despiertan la curiosidad del lector para que luego vaya a informarse sobre lo que realmente ocurrió. Yo estoy enganchada a esta web: http://www.ohlibro.com/libros/narrativa-historica/c-1001 porque lo que hace es seguir recomendándome libros de ficción histórica en función de mis gustos, y ya de ahí es lo que os digo, luego ya es responsabilidad mía ir a documentarme de lo real. Las historia de romanos me parecen las más fascinantes, así que me apunto este libro!
ResponderEliminarHola, nuevaseguidora; felicitaciones por blogs y publicaciones; este es el último publicado por mí: http://casaninnamamma.blogspot.it
ResponderEliminarSi quieres, te espero como lectora permanente
Gracias