Pauline Gedge: El papiro de Saqqara
Novela de Ficción Histórica, auto conclusiva y sin ser parte
de ninguna serie.
Pauline Gedge, neozelandesa de nacimiento, cursó parte
de sus estudios en Inglaterra y finalmente su familia se trasladó a
Canadá.
Escritora de poesía al principio, de lo que no se ha
publicado nada, de ficción contemporánea más tarde y finalmente de Novela
Histórica. Su primera novela “La dama del Nilo” le hizo ganar su primer premio.
Desde entonces ha sido una prolífica escritora de historia novelada en el
Antiguo Egipto, teniendo gran éxito y reconociéndosele una gran calidad.
“Las palabras de Ib habían desatado
nuevamente el miedo en él, pero intentó que su expresión no lo demostrara.
-Perdóname,
príncipe -intervino Penbuy-, pero yo también tengo mis dudas respecto a esta
tumba. Hoy, cuando quise cumplir mis devociones matinales a Thot, mi patrono,
el incienso no se encendió. Lo reemplacé por granos frescos, pensando que los
viejos podían estar contaminados, pero no hubo forma de prenderles fuego.
Después, me atacó un temblor que no me permitió moverme durante un rato. -Se
adelantó con una expresión tensa-. ¡Pasa por alto esta tumba, te lo ruego!
¡Habrá otras!”
Khaemuast, príncipe de Egipto y cuarto hijo de Ramses II, es un estudioso de la gloria de sus antepasados, dedica su tiempo a la medicina, la historia y la magia. Su gran pasión es entrar en las tumbas antiguas, aprender de lo que hay y ordenar que se repare y reponga lo dañado y lo robado, además de restaurar los hechizos de protección, porque no hay tumba en Egipto que no haya sido hollada por los pies de los ladrones.
El
príncipe no se lleva muy bien con su divino padre. Opina que está malogrando el
legado de sus antepasados y vendiendo el país a salvajes y extranjeros, a los
que agasaja en grandes fiestas y recepciones a las que él evita acudir siempre
que puede. Sin embargo, esta vez su mujer Nubnofret, le insiste para que se
deje ver por la corte y acuda a una recepción en la que el rey de los hititas
insiste en casar a una de sus hijas con uno de los príncipes del reino para
sellar una “paz eterna”
De
repente, en la fiesta ve a un anciano que le observa fijamente, parece
medio muerto, pero sus ojos son muy vivaces. Cree que es un sirviente que
viene a pedirle un remedio para sus males, pero el viejo le pide un favor que
nada tiene que ver con lo que él supone.
“Te ruego que realices una tarea
que, por mi arrogancia y mi estupidez, no me está permitido cumplir. -Sus ojos
se habían puesto muy oscuros y Khaemuast percibió en ellos una súplica casi
dolorosa-. Se me acaba el tiempo -instó el anciano-. Destruye por mi este
rollo, y en el siguiente mundo me postraré ante el poderoso Thot un millar de
millares de veces por un millar de millares de años, pidiendo por ti. ¡Por
favor, Khaemuast! ¡Quémalo! ¡Quémalo por el bien de los dos! No puedo decir
más.”
Durante un
momento Khaemuast aparta los ojos, durante ese momento el anciano ha
desaparecido…. y sólo él parece haberlo visto. Cuando va a quemar el pergamino,
duda, parece increíblemente antiguo. Momentos después sus criados lo distraen y
ya no encuentra el pergamino, que también ha desparecido, ni siquiera los
guardias recuerdan haberlo visto con un rollo en las manos.
.
De vuelta
a sus labores, en una vieja e increíblemente intacta tumba que causa malas sensaciones
a los que le rodean, Khaemuast encuentra
un papiro que le hace desear poseerlo, pero está cosido a la mano de una momia.
Decide cogerlo igualmente. Al estudiarlo más tarde piensa que puede ser el
misterioso Pergamino de Thot, que contiene hechizos que permiten devolver la vida a los
muertos.
A partir
de ese momento, su humor irá cambiando, perderá la cabeza por una misteriosa
mujer y puede que descubra que los mortales no deben conocer lo que sólo
pertenece a los dioses.
“El papiro de Saqqara” es un libro que va de menos a más. Tarda
un poco en arrancar, lo que no quiere decir que no sea interesante desde el
principio. Está narrado de forma muy detallista, con personajes bien definidos
psicológicamente y situaciones que se van volviendo más complejas conforme
avanza la narración.
“-¿Por qué? ¿Quieres que analicemos
el asunto ahora, juntos? Cuatro cuerpos, padre; dos de ellos, ocultos tras un
muro falso. Una tumba sin profanar, una cámara secreta, pero asaltada. ¡Sin
duda, es el desafío de mi vida!
-No
debes suponer todavía que la cámara interior fue asaltada -dijo Khaemuast, con
cautela-.”
Este libro
no es una novela histórica exactamente al uso. Aunque la autora, profunda
conocedora de casi todo lo que se puede conocer sobre algunas dinastías egipcias, ha
escrito varias novelas que se pueden calificar de completamente históricas. Ésta tiene algo más, una ambientación más sobrenatural de lo que suele ser
normal. La presencia divina es cada vez más notoria conforme se avanza en la lectura.
Mientras
Khaemuast y demás protagonistas van cambiando psicológicamente, llevando a la
destrucción a una familia real egipcia, intentan fingir de cara a los demás. El
estudio del pergamino cada vez lo aterra más por su significado divino, y
mientras tanto la sutil e implacable mano de los dioses lo va llevando a la
destrucción.
Totalmente
recomendado, es un libro que empieza lentamente, pero una vez en movimiento ya
no para de aumentar en intensidad a lo largo de sus 492 páginas, las cuales se
terminan con un final redondo, literalmente.
Pese a que me gusta la novela histórica, hace tiempo que no leo nada de este género y nunca he leído ningún libro ambientado en el antiguo Egipto. Igual este es una buena opción para retomar el género y descubrir más sobre la historia de este país.
ResponderEliminarÉsta es novela histórica con tintes sobrenaturales, una excepción en la obra de la autora, pero muy buena, cómo casi todas las suyas.
EliminarEsta era una historia interesante. Estoy bien informado sobre el dios Thoth, pero no un ávido seguidor de la historia. Usted Gracias por compartir.
ResponderEliminarQue la disfrutes mucho si la lees, es una novela muy buena.
EliminarUn saludo y gracias a ti por comentar
Excelente tu pluma. Compartido y difundido.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias. Pués no me queda nada que aprender... pero que el libro sea bueno ayuda mucho.
EliminarOtro abrazo para ti.