Lem Ryan: Sangre bajo la luna
Novela de Terror, Suspense y Negra Policial. Es auto conclusiva pero recientemente el autor ha sacado una recopilación con seis historias más titulada ”Historias de sangre bajo la luna”
Len Ryan, es el
pseudónimo de Francisco Javier Miguel
Gómez, escritor que empezó escribiendo bolsilibros a los 17 años para las
editoriales Ceres y Bruguera. Su estilo de Fantasía, Suspense, Terror y Ciencia
Ficción, a menudo mezclados, están muy influenciados por H. P. Lovecraft y
Robert E. Howard. Tras veinte años retirado de la escritura, ha vuelto, y en poco tiempo ha escrito varios
títulos más sobre temáticas tan diversas cómo los dioses nórdicos, terror
sobrenatural en el lejano oeste y Sherlock Holmes. En su haber tiene docenas de
novelas de todos los géneros descritos antes y algunos más.
“El teniente de
policía Jeff Mallory palideció intensamente al contemplar la espantosa escena.
Era un hombre duro, con demasiados años a su juicio en aquel puesto y
acostumbrado a ver todos los días las mil y una formas que puede adoptar el
jinete de afilada guadaña en una ciudad como la maldita Nueva York, donde
mueren asesinadas más personas de las que nacen. Y, sin embargo, jamás se había
encontrado con nada parecido.”
Daniel Roerich, detective privado y antiguo policía de Nueva York, se entrevista con un cliente, un ricachón que le repugna pero que puede pagarle muy bien para que encuentre a su hija Nathalie, que se ha escapado de casa y no aparece por ninguna parte. A pesar del aviso del detective de que si es un secuestro debería llamar a la policía, el cliente insiste en que él investigue la fuga y que cobrará aunque no encuentre nada.
Al mismo tiempo, en un callejón perdido de la ciudad, han aparecido
los cuerpos destrozados de cuatro moteros, la brutalidad de las muertes hace
vomitar incluso a los policías más curtidos del barrio. No es el primer ataque y
según el forense la causa de las muertes son mordeduras y desgarramientos
producidos por perros ó lobos de un tamaño considerable.
Mientras tanto, Roerich despotrica de su nuevo caso con su
ayudante (y algo más) Dora. La descripción y la foto de la chica desaparecida es de
lo más normal en una ciudad cómo Nueva York, de casi 10 millones de habitantes.
Así que decide ponerse manos a la obra con cualquiera que haya tenido contacto
con Nathalie.
“Lobos, perros enloquecidos,
cadáveres destrozados... Lástima que no fuese su caso. Estaba seguro de que
valía la pena investigar sobre el asunto, en vez de perseguir por toda Nueva
York a una niña caprichosa que huye de su padre. Pero, por desgracia,
necesitaba el dinero que aquel asunto le proporcionaría y no podía meter las
narices gratis, por amor al arte.
No,
no podía...”
Pero después de leer el periódico sobre un nuevo ataque de
los supuestos perros, cuya descripción le recuerda mucho al caso por el que le
echaron de la policía, Roerich decide echar un vistazo al callejón de los
moteros muertos. Una vez allí, oye un grito, cuando se acerca a ayudar algo
parecido a un perro enorme y muy rápido intenta atacarlo sin éxito… pero ningún perro
debería poder huir tan rápidamente después de recibir posiblemente tres
disparos de una 9 mm.
El detective acaba siendo interrogado cómo testigo por su
antiguo compañero Mallory, donde rememoran un caso parecido, en el que por
querer meter las narices demasiado, Roerich fue expulsado del cuerpo. Más
tarde recibe la visita de un hombre que le dice que la chica desaparecida está
bien y le aconseja que deje el caso. Mientras tanto, los acontecimientos se
vuelven cada vez más escabrosos y sangrientos. La hija fugada de su cliente
parece estar en el centro de todo.
“Sangre bajo la luna” es una novela corta de las que antes
se llamaban de “a duro”. Bien escrita y a la que no le sobra nada. Su autor, el cual dejó la escritura posiblemente cuando estaba alcanzando su mejor momento,
es un especialista en mezclar géneros literarios de una manera sumamente eficaz
y atrayente.
“Se detuvo bajo la
lluvia. Le palpitaban las sienes y sentía el corazón agarrotado en su pecho,
como apresado por una garra invisible que quería estrujarlo. Era el pánico, un
pánico atroz, y lo sabía. Ni siquiera le tranquilizó el contacto frío de las
cachas metálicas de la Parabellum en su mano.
¿Dónde
podía ser...? La luna estaba tras el cúmulo de nubes que se había cernido sobre
la ciudad. La oscuridad era casi absoluta, y sus ojos no estaban muy habituados
a ella. Apenas veía.”
En este caso, el libro es una mezcla de Terror con hombres
lobo y Novela Negra Policial, con una narrativa oscura, brutal y sangrienta sin
concesiones de ningún tipo, cómo debe ser en este tipo de historias. Roerich es un detective amargado por la expulsión
injustificada del cuerpo de policía cuando sólo intentaba hacer su trabajo. Se
gana la vida persiguiendo infidelidades matrimoniales, y cuando tiene suerte,
(en este caso de la mala) le cae algún asunto más grande, quizá demasiado.
La ambientación está muy lograda. La acción transcurre en Nueva
York, pero no la ciudad que sale en las películas románticas ni en las de Wall
Street. Son las calles de los barrios menos glamourosos, también son los
callejones que hay al lado de las grandes avenidas, donde un mal paso puede
hacer que acabes en la morgue. Una ciudad casi sin sol, donde los edificios
tapan la luz y cuando las nubes grises ocultan el cielo y llueve, parece que estés al principio de un triste anochecer.
Vamos, que Dios nos libre de cruzarnos con alguino de estos personajes jejeje. Compartido.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias. Pués sí hay cada gentuza suelta por Nueva York :)
EliminarOtro abrazo para ti.
Pues ya tengo otro libro mas para sumar a mi lista de libros pendientes ;) Un saludo!!!
ResponderEliminarPués que lo disfrutes mucho si lo lees. No está nada mal teniendo en cuenta que lo escribieron con 19 años.
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