Alberto Bermúdez Ortiz: Zoombi
Novela del género Z de zombie y de humor, auto conclusiva y
sin ser parte de ninguna serie
Alberto Bermúdez
Ortiz, escritor español, al que las musas le llegaron con las series de TV, los
comics y el cine. Todo ello le ha
servido de fuente de inspiración para
sus, por ahora tres novelas, de las cuales "Zoombi: el Apocalipsis
zombi con denominación de origen" ha
sido su primera obra.
“La última hora
presentaba a los Zs agenciándose algunos autobuses de
línea, lo que les ha permitido moverse con libertad por la ciudad, aunque la merma de las facultades humanas en su nueva condición (y algunas amputaciones de miembros inferiores o superiores) parece que no les hace muy duchos en el arte de la conducción, y muchos han acabado empotrados en paredes después de llevarse por delante abundante mobiliario urbano, que nos tocará abonar a los que sobrevivamos a esta
debacle. Además, su incapacidad para mantener el orden dentro del habitáculo para pasajeros ha contribuido al fracaso de la empresa.”
línea, lo que les ha permitido moverse con libertad por la ciudad, aunque la merma de las facultades humanas en su nueva condición (y algunas amputaciones de miembros inferiores o superiores) parece que no les hace muy duchos en el arte de la conducción, y muchos han acabado empotrados en paredes después de llevarse por delante abundante mobiliario urbano, que nos tocará abonar a los que sobrevivamos a esta
debacle. Además, su incapacidad para mantener el orden dentro del habitáculo para pasajeros ha contribuido al fracaso de la empresa.”
El apocalipsis zombi (ó zombie) ha llegado por fin, cómo
muchos han pronosticado. Pero hay gente que ya estaba preparado para el fin del
mundo. En un pueblo costero nuestro protagonista, un superviviente nato y un
friki sin remedio, se prepara para dirigir los últimos restos de la humanidad
contra las infinitas hordas de no muertos caníbales.
Después de ver cómo aparecían en las noticias las primeras
noticias sobre la invasión de esas criaturas aparecidas de la nada y de cómo se
abalanzaban sobre todo el mundo para devorar sus apetitosas entrañas, el
protagonista (cuyo nombre se desconoce), decide escribir un diario cómo legado
para el mundo post apocalíptico, con la narración de sus hazañas y sus métodos
para acabar con las legiones antropófagas. Todo ello a la vez que se mantiene
encerrado en su casa, bien pertrechado de comida, mientras la civilización sucumbe a su
alrededor.
“El presidente y
algunos miembros del gobierno han hecho ya su aparición en los medios de
comunicación afines llamando a la calma, a la serenidad -cosa bastante
complicada de llevar a cabo en el caos más absoluto-, y quitando importancia a
lo acaecido.
Mientras, los partidos
de la oposición han hecho lo propio en los suyos arremetiendo sin miramientos
contra los primeros y culpando de la invasión a la gestión política mantenida,
al paro y a otras cuestiones de índole socioeconómica que no vienen al caso”
Para organizar la resistencia necesita un arma, aunque no ha
podido conseguirla por un informe psiquiátrico muy desfavorable. Sin embargo, su
vecino del tercero, (tirador olímpico) que se ha negado a evacuar el pueblo,
tiene una e intenta canjearla por un salchichón, unos chorizos y morcillas de
Burgos, fracasando en el intento.
Cuando va haciendo salidas al exterior para conseguir
algunas cosas de primera necesidad va conociendo a otros supervivientes, con
los que formará el núcleo de la resistencia que le plantará cara a las legiones
de zombis. En este caso la resistencia
la forma con una pareja de abueletes, dos porreros salidos de la cárcel,
un policía municipal y una exnovia que lo dejó por ser extremadamente friki.
Y así comienza la guerra para liberar el mundo de los
ejércitos devoradores salidos del infierno (y cosas similares).
“Zoombi” es una novela narrada en primera persona con forma
de diario, en el que cada capítulo empieza con una cita bíblica incorrecta. Es
un libro que mezcla el tan manido, a estas alturas, género Z con mucho humor. La narración
está hecha de forma que demuestra una pedantería casi ilimitada por parte del
protagonista, lo que hace que a veces le sea muy complicado hacerse entender
por sus compañeros de la resistencia.
Aunque muy, pero que muy friki, el protagonista se ha
preparado con antelación viendo todas las películas, libros y manuales que hay
sobre el tema, e incluso ha aprendido artes marciales y algunas nociones de
tácticas con las que se golpea y aniquila parte de los Zetas del pueblo. Sin
embargo, no para de poner siglas a nombres de planes extremadamente largos,
PACH (protocolo de actuación en caso de heridas) e insiste en poner nombres en
clave a sus compañeros de la resistencia (Donovan, Serpiente, Trancos y
nombres similares sacados de películas, series y libros de historia).
“Había cometido el
error de hacer extensivas a mis compañeros mis inquietudes científicas, ellos
no estaban por la labor: cuando hablaban de «hacer algo», se referían a matar
al Z. Desde luego no pensaron en los beneficios que nos reportaría, desde todos
los puntos de vista, incluido el militar, la investigación de tan fastuoso ser.
-Disculpa, deduzco de tu actitud que pretendes desperdiciar tan excepcional ocasión.
-Donovan: Mira, julandrón, a éste lo dejo tieso con la fusca y luego lo pelo. He visto que tiene un peluco que te cagas.
-El Cid: Ya estamos con las palabras raras que no entiende ni tu santa madre”
-Disculpa, deduzco de tu actitud que pretendes desperdiciar tan excepcional ocasión.
-Donovan: Mira, julandrón, a éste lo dejo tieso con la fusca y luego lo pelo. He visto que tiene un peluco que te cagas.
-El Cid: Ya estamos con las palabras raras que no entiende ni tu santa madre”
En cuanto a lo que aporta al género Z, bueno, los zombis de este libro no son atletas cómo en "28 días después" ni engendros que sólo son peligrosos si te rodean en grandes cantidades o te atrapan dentro de un armario. El zombi ibérico tiene cierta inteligencia, mayor que la de algún miembro del grupo, y una mala idea que no se reduce sólo a masticar jugosos muslitos de vivo.
Un libro que alegrará sobre todo a los aficionados a los
zombis, pero que, dependiendo de gustos y humor, mantendrá una sonrisa continua o proporcionará un montón de carcajadas para cualquiera, le gusten ó no los
zombis, que se atreva con sus 252 páginas.
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En serio, creo que hay que estar dotado de mucha imaginación para recrear estos ambientes tan tétricos jejeje.A mí los zombies me pueden pero comparto para otros asiduos al género.
ResponderEliminarFeliz semana.
Un abrazo
Aquí lo peores bichos no son los zombis, jeje.
EliminarIgualmente.
Adoro el género Z. Un gustazo leer sobre un libro al respecto.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste. Tengo un par más reseñados por ahí abajo, sólo tienes que pulsar "zombies" en la nube de palabras.
EliminarUn saludo
¡Hola!
ResponderEliminarNo sabía qué libro de zombies regalarle a mi hermano, así que me acabas de venir genial. Gracias!
¡Un saludo!
Que lo disfrutes mucho, a ver si os reis con él tanto cómo yo. Por cierto, Tengo un par más reseñados por ahí abajo, sólo tienes que pulsar "zombies" en la nube de palabras.
EliminarOtro saludo a ti.
Pese a que me gustan las pelis de zombies desde que era un crío, aún no he leído ningún libro del género. Igual le doy una oportunidad a este por esa mezcla de terror y humor y por no formar parte de ninguna saga.
ResponderEliminarSí, películas he visto muchas yo también :), de todos los tipos. El caso es que el tema de los zombies ya es un género muy amplio en la lectura. Los tres libros reseñados que tengo son totalmente distintos y vete a saber lo que hay en los otros cientos de libros públicados. El de Guerra mundial Z también lo ponen muy bien, pero no lo he leido.
EliminarUn saludo.