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sábado, 7 de noviembre de 2015

Albert Sánchez Piñol | Pandora en el Congo

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Reseña y opinión sobre:

Albert Sánchez Piñol: Pandora en el Congo



Libro de Aventuras, Viajes, y Judicial, completo y sin ser parte de ninguna serie.



Albert Sánchez Piñol es antropólogo y escritor, miembro del Centro de Estudios Africanos. Su primera novela “La piel fría” fue un éxito. Desde entonces ha escrito varios libros más, todos ellos bastante laureados y exitosos. Es uno de los escritores españoles más publicados en otros países. Y cómo no podía ser de otra forma, no lo conocía hasta leer este libro. Con el que me llevé una muy agradable sorpresa.




“En el verano de 1914 yo tenía diecinueve años y era medio asmático, medio pacifista y medio escritor. 
Medio asmático: tosía la mitad que los enfermos, pero el doble que los sanos. 
Medio pacifista: en realidad, yo era demasiado blandengue como para militar contra las guerras. Sólo estaba en contra de participar en ellas. 
Medio escritor: la palabra escritor es pretenciosa. Incluso cuando digo «medio escritor» exagero. Me dedicaba a escribir libros por encargo. O sea, que era un negro literario."


Thomas Thomson  se dedica a escribir libros para otro escritor, el cual a la vez es el “negro” literario de otro autor, muy famoso por esa época, pero totalmente desconocido años después. Los guiones que le entregan tratan invariablemente sobre un héroe fuerte y guapetón, unos misioneros anglicanos que se dedican a evangelizar a todo bicho viviente y batallas contra millones de negros antropófagos que suelen raptar a una jovencita que pasaba por ahí. Todo ello acompañado de legiones romanas paganas y perdidas en la selva desde hace 2.000 años. Si no hay legiones romanas paganas y perdidas sirve cualquier otra nacionalidad extranjera

Cuando descubre que incluso por encima de él hay dos “negros” más escribiendo para el doctor Luther Flag, o sea, que es un “negro” de tercera ó cuarta mano, se presenta al doctor Flag para cobrar por su trabajo, ya que uno de los “negros” intermediarios ha muerto en un accidente. El buen doctor Flag lo insulta, le dice de todo e intenta liquidarlo a bastonazos. Con ello acaba su relación profesional.

“—¿Tengo el honor de conocerle, joven?
       —De una manera indirecta, señor—dije alegremente—: soy el negro del negro del negro de su negro…
       —¡Yo a usted ni le conozco, ni tengo ningún interés en conocerle! ¡Y si tuviese veinte años menos le retaría a un duelo a sablazos!
       Alzó su bastón de caoba con toda la intención de partirme la cabeza. Cuando estaba a punto de caerme encima, por instinto, atrapé el bastón por el otro extremo. 
El viejo Flag olvidó momentáneamente la noble causa de asesinarme. Ahora luchábamos por la propiedad del bastón, haciendo fuerza cada uno de un extremo. Parecíamos dos criaturas jugando a tirar de la cuerda. Y fue así como se inició una vil riña.”

Un abogado que ha observado el incidente, y que ha investigado la obra del doctor Flag, la cual ha escrito en buena parte Thomson, le ofrece escribir la historia de un famoso preso, Marcus Garvey, acusado de matar a los dos hijos de un noble mientras estaban en África.

La historia que le cuenta el presunto asesino, empieza de manera normal. Trabajando para los dos hijos, los cuales eran unos aventureros que querían hacerse ricos a golpe del trabajo de los africanos. Sin embargo, la cosa cambia cuando aparecen en escena una serie de hombres blancos. Esos hombres blancos viven bajo tierra en el Congo, son más altos de lo normal….. y tienen seis dedos en cada mano…….

Pandora en el Congo” es un libro de esos que te atrapan desde la primera página. Empiezas a leerlo, comienzas a reírte con las situaciones del principio y terminas por no soltarlo hasta que ves en el reloj que en “un ratito más” has pasado de las 11 de la noche a las 2 de la madrugada. Y eso pensando todavía en leer “otro ratito más”.

Es una historia que mezcla bastantes géneros. Aparte del humor desternillante que hay en buena parte de la historia, también es una novela de aventuras, un poco de género Negro, Drama y Judicial, incluso algunas partes recuerdan bastante al terror de H. P. Lovecraft. Todo ello mezclado de forma muy, pero que muy entretenida.
Puedes pasar de una situación hilarante a una conversación más bien desasosegante, para después narrar los trabajos de un viaje por la selva y terminar con la tragedia de una matanza de inocentes. Todo ello en unas pocas páginas.


“—Pero, ¿quién era ese hombre? ¿Quién era el señor Tecton?
       Marcus apartó lentamente las manos de su cara. Susurró con la voz
de quien acaba de llorar:
       —Un tecton.
       Yo quería, exigía más información. Marcus se limitó a añadir:
       —El primer tecton que vio el sol. Y el menos peligroso de cuantos
pisaron el Congo.”


 El autor describe a los ingleses de esa época cómo lo que eran y todavía son, pero por esos años aún más, unos auténticos hijos de la Gran Bretaña, provincianos, prepotentes y xenófobos. Sin embargo se nota la parodia que hace de ellos y de su comportamiento.

 La historia cambia de golpe entre las visitas de Thomson a la prisión, donde nos encontramos un ambiente deprimente, pasamos a la aventura, y volvemos a la realidad de la vida diaria de Thomson. Mientras aumenta el ritmo de la novela y se llega a sus entresijos más profundos.

Termino recomendando este libro para todo el mundo. Aparte de que está magníficamente escrito, te atrapa y no te suelta. Las historias dentro de la narración se solapan de forma excelente y su final me encantó. Un colofón adecuado para esas preciosas 440 páginas.

2 comentarios:

  1. Vamos un libro que se lee con el corazón en un puño...jejeje. Otro que se va a pendientes.
    Un abrazo.
    Marybel

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    Respuestas
    1. No creo que te aburras con este libro. Vamos, ya sabes lo de "sobre gustos....". Pero yo me llevé una agradable sorpresa con él.

      Igualmente.

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